Registros Akáshicos
Conoce más sobre registros akáshicos, cómo funciona el registro akáshico y cómo puedo ayudarte a acceder a esta gran memoria universal de vidas pasadas. Descubre como canalizar para que conectes con tus guías espirituales.
Registros Akáshicos: qué son y cómo se leen
Los archivos del alma o registros akáshicos es un concepto de la tradición hindú. El término «Akáshico» viene de ākāśa (akasha), palabra del antiguo idioma sánscrito de la India y significa alma, espacio, cielo o éter. Los registros akáshicos son los archivos de las memorias del alma.
¿Qué son los registros akásicos? ¿Para qué sirve una lectura de registros akáshicos?
Para entender qué son registros akashicos debemos familiarizarnos con La Fuente, el espacio donde emana toda la energía. Por lo tanto, los registros akáshicos no pertenecen a lo que podemos llamar “este mundo”. Cuándo nos referimos a registro de akashicos hablamos de un espacio que no corresponde a un lugar físico como tal de esta dimensión, sino un lugar, espacio o escenario energético, donde se guardan los archivos que contienen la historia de toda la existencia.
En el registro de akashicos se archivan todas las vivencias de un alma y sus diferentes encarnaciones.
En este espacio no existe el ayer o el hoy, no hay medida del tiempo. En los registros akáshicos, se archiva todo lo que ha vivido un alma en sus diferentes encarnaciones. Así cómo todo lo que está viviendo en su encarnación actual y aquello que, es posible, viva en el futuro.
¿Se puede predecir el futuro con los Registros Akáshicos?
¿Es el registro akáshico una forma de saber que va a suceder?
Es posible que el registro akáshico indique posibles recorridos de una persona. Porque muestra esta posibilidad no desde la adivinación, sino de caminos potenciales que encontrará la persona en su registro akáshico dónde deberá tomar una u otra decisión. La predicción del futuro como en otras disciplinas adivinatorias, como la lectura del tarot, las runas o las hojas de té no tienen nada que ver con esta disciplina.
Todos los seres tienen sus archivos akashicos. El de las personas es individual, por lo que podrás acceder a tu registro akashico propio. En cambio, el registro akáshico de las plantas, los animales y los minerales es grupal.
¿Cómo es una lectura de registros akashicos? ¿Qué tiene el registro akáshico que ver con la canalización espiritual?
Como canalizador he estudiado diferentes disciplinas que me ayuden a comunicar y comprender los mensajes que transmiten los guías espirituales. Comencé a profundizar en el mundo de la canalización para poder transmitir el mensaje que necesitas para poder avanzar. Y fue entonces, cuando descubrí que podía conectar con las herramientas de registros Akáshicos para facilitar este conocimiento a quienes quisieran utilizarlo para aprender, para sanar o conocer sus misiones de vida.
¿Cómo es una sesión de registros akáshicos con un canalizador?
El registro akáshico y tus guías espirituales te darán tus respuestas
Mi aprendizaje como canalizador es complementario a los registros akáshicos, ya que al combinar la canalización y conexión con los guías espirituales podré no sólo abrir los registros akáshicos sino iniciar una lectura de registros akáshicos.
Debes saber que en cualquier tipo de sesión de registros akáshicos o sesión de canalización considero todo de ti. No será sólo sobre tu tu cuerpo físico o mental dónde vamos a centrarnos, también se realizará trabajo emocional y energético. El objetivo es el de encontrar las herramientas que te van a acercar a tus guías espirituales, tu misión de vida y en definitiva encontrar la luz al final del túnel, para de algún modo alcanzar la sanación.
Todas estas herramientas se utilizan en una sesión de registros akáshicos enfocadas en ti y tus necesidades. Sabes que no hay dos seres humanos iguales, y tus registros serán los tuyos y los de nadie más, cada una tiene diferentes mensajes. Eres única y por lo tanto nuestras sesiones de registros akáshicos o sesiones de canalización también serán únicas.
Aprender a no castigarme cuando me caigo, es el primer paso para aprender a levantarme